Los falsos amigos son uno de nuestros mayores enemigos (su propio nombre lo dice) cuando queremos aprender español. La pronunciación no es fácil, la gramática menos, pero ¿qué pasa cuando una palabra que nos ha acompañado toda la vida se transforma en una cosa completamente diferente? Este es el caso de palabras como azar, apelido, borracha, bolso, copa, taza, entre tantas otras.
Esta situación se presenta porque tanto el español como el portugués son lenguas derivadas del latín, lo que hace que existan muchas palabras y estructuras semejantes, sin embargo, durante todos los años de evolución de estas dos lenguas, cada una siguió su propio camino y sus hablantes, junto a sus experiencias y culturas, comenzaron a dar significados diferentes a la misma palabra del latín. Esto lo podemos ver también dentro de la misma lengua, una palabra que en España significa una cosa, en Chile significa otra, en Colombia otra, en México otra y así sucesivamente, pero de eso hablaremos otro día.
No hay mucho que podamos hacer sobre estos falsos amigos, además de observarlos, identificarlos y nunca perderlos de vista, así no podrán engañarnos y podremos usarlos siempre de la manera correcta.